sábado, 15 de enero de 2011

2011

Ha pasado un rato ya desde que escribí aquí. He pasado muchas cosas que igual y merecen mas detalle y tiempo para platicarlas, pero en este momento aun son muy dolorosas como para mencionarlas. Eso lo hare después.

Hoy estaba recordando una época en la que mis preocupaciones se limitaban a si Violeta estaba cada vez mas guapa, o si Liliana me acompañaría a la fiesta, ese tipo de cosas.

Pues parece que al remover cosas del pasado, como que genere el sentimiento de grupo de mis amigos de prepa y estamos planeando reunirnos mas adelante este año.

De ellos ya se que hay unos mas gordos y pelones, las niñas creo que ya todas fueron madres y ese tipo de cosas. Pero siempre es bueno reencontrarse con sus raíces. Por alguna razón, yo perdí contacto con lo que realmente son mis raíces, si es que puedo hablar de algo así, considerando que siempre me considere desarraigado. O tal vez nunca fui realmente consciente de que si tengo raíces . . .

Después de meditarlo largamente, me di cuenta que si bien en esa época me sentía igual de incomodo que un gato en una sala llena de mecedoras, fue una de las pocas épocas de mi vida en las que he tenido un cierto balance.

En general siempre ando metido en alguna bronca en la que ni debería estar, pero parece que las busco. Quizás debería buscar a un loquero que me ayude, pero igual para eso esta este blog. . .

En fin, continuare como hasta ahora, haciendo lo que debo hacer para encontrar ese balance del que el sr Miyagi hablaba . . .

Y mientras tanto me entretengo con un librito de un alemán, Erich María Remarque, que desde que lo vi en la biblioteca de mi papa, me llamo la atención, pero que nunca he leído. Espero con esto recomponer el camino y este año recuperar mi promedio de un libro nuevo por mes . . .

2 comentarios:

LicCARPILAGO dijo...

yo siempre he pensado que a pesar de todo lo que hacemos y vivimos -siempre regresamos a lo basico-

muchas cosas pueden llenar los huecos de la vida, pero solo lo basico logra realmente satisfacernos.

mas alla de lo basico, todo lo demas es adicionalmente inutil, la vida es simple pero siempre la complicamos y tratamos de alcanzar lo extra frustrandonos frecuentemente en el intento de lograrlo.

Lo basico siempre es reconfortante.

Anónimo dijo...

también ha pasado tiempo desde que yo escribí en un blog, y en el tuyo.

Sabes? creo que tienes razón, es muy difícil encontrar el balance. Yo creo que nos pasamos la vida buscándolo;

ahora mismo yo me siento tranquila y muy pero muy feliz, por mi hijo y no sé si esto sea balance; todavía añoro y persigo muchas cosas.

Ojalá encuentres el tu balance, porque creo que es algo personal, diferente para cada quién.